El bienestar de los empleados es, desde hace ya algunos años, un tema prioritario; incluso antes de la pandemia. Muchas empresas se esfuerzan por fomentar la salud, la satisfacción y la conciliación laboral de sus equipos, con medidas como la flexibilidad horaria e incluso las sesiones de yoga. Porque a menudo, la comodidad y el buen ánimo de una plantilla es fiel reflejo de la marcha de la empresa. Y es que el propio concepto de bienestar se puede asociar con el de satisfacción, salud física y mental, conciliación; aunque también tiene que ver con la conexión emocional que existe entre los empleados y las empresas.
La plataforma de automatización para todos los procesos de RRHH Personio cuenta que comenzó por ahí, por definir cómo quería que se sintiesen sus empleados, y eso les ha servido de guía a la hora de determinar las medidas de bienestar. Su ejemplo puede servir a muchas otras organizaciones.
Invertir en el bienestar de los empleados es una de las mejores cosas que puede hacer una empresa por su organización. Puesto que el desgaste laboral de los equipos puede acabar con el negocio.
Para evitar que la empresa vaya por un lado y la plantilla por otro –que pasa con más frecuencia de la que se piensa– es importante conocer los anhelos de los empleados:
Se ha convertido en un tema del que se habla mucho últimamente, como forma de lucha contra la rotación laboral; o para fomrntar la captación, aunque también la retención de talento. Según el Informe sobre el Bienestar de los Empleados 2020, de la Rewards and Employees Benefits Association (REBA), el porcentaje de empresas que estaba en proceso de desarrollar una estrategia de bienestar en 2020 se había duplicado (52%) en comparación con los datos de 2019 (25%).
Identificar el bienestar laboral, con indicadores precisos, permite obtener los datos necesarios para evaluar periódicamente las medidas tomadas, identificar tendencias (positivas o potencialmente negativas) y actuar en consecuencia.
Cinco métricas que puede ser útiles son:
Cada trabajador es diferente, y es importante que el programa de bienestar recoja en la medida de lo posible esas peculiaridades, de manera que los empleados se sientan escuchados, valorados y comprometidos en todo momento.
Muchas empresas, según Personio, utilizan el índice de compromiso y la tasa de asistencia como métricas para medir el bienestar. Lo cual no es del todo correcto, pues cuando hablamos de compromiso, tenemos que tener claro que los empleados tienen personalidades diferentes: unos son introvertidos y otros extrovertidos.
Probablemente los extrovertidos participarán más en cualquier clase de actividad organizada por la empresa, y los introvertidos preferirán mantenerse al margen; pero que sean menos participativos no significa que no estén contentos con su trabajo.
Lo mismo que la asistencia al trabajo no tiene por qué ser indicativa del nivel de satisfacción laboral: hay a quienes no les queda más remedio que acudir al trabajo todos los días, pese a padecer alguna enfermedad física o mental. De modo que es preciso conocer algo más sobre el grado de bienestar de la plantilla. Con los KPI que se desean medir algo más definidos, se pueden recoger datos pertinentes del siguiente modo:
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