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La luz tiene el precio más disparado que nunca y conviene tener puesto el ojo en el consumo para no encontrarnos una factura demasiado abultada. Con las nuevas franjas horarias importa, y mucho, el momento del día (o de la noche) en que se utilizan los electrodomésticos, pero también hay que tener en cuenta detalles como comprar aparatos que tengan una buena clasificación energética y saber qué electrodomésticos necesitan más energía para funcionar. Además, puede resultar útil consultar el precio de la electricidad en tiempo real utilizando la aplicación redOS, creada por Red Eléctrica de España, que permite conocer el precio al que se va a a pagar el kilovatio cada hora.
Los electrodomésticos son los que más electricidad consumen en los hogares (un 55,2% del total), seguidos de la iluminación (11,2%), la cocina (9,2%) el aire acondicionado (7,5%) y la calefacción (7,4%). En los primeros, la mejor referencia para saber qué modelos demandan menos energía es la etiqueta de eficiencia energética, que se indica en una escala compuesta por las primeras siete letras del alfabeto en orden correlativo ('A' corresponde a la mayor eficiencia y 'G' a la menor). En algunos electrodomésticos se indica también el consumo de agua, nivel de ruido y el calor producido durante el funcionamiento del aparato. En el caso de la clase A hay un indicador extra, de manera que el aparato A+++ es el más eficiente posible. Esta clasificación energética es relevante porque un aparato de clase G puede consumir casi tres veces más que uno de clase A ofreciendo unas prestaciones similares.
Estos son, por orden descendente, los aparatos domésticos que más energía consumen, según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE):
■ Frigorífico: Representa el 18% del consumo eléctrico total de los hogares y el 30% de lo que gastamos en electrodomésticos ya que, aunque su potencia no es elevada, tiene un uso continuo. Al comprar uno nuevo, la recomendación es optar por un tipo A+ (con un consumo inferior al 42% del de un aparato de clasificación energética media), A++ (que consume menos del 30% de lo que lo hace un frigorífico de clasificación energética media) o A+++, que gasta hasta un 80% menos que otro de la clase D (mejor todavía si cuenta con circulación de aire interior, que evite la formación de hielo).
El consumo de energía será más eficiente si se coloca en un lugar fresco, ventilado y alejado de una fuente de calor, donde el aire circule por la parte posterior del aparato. IDAE recomienda también no comprar una nevera más grande de lo necesario, limpiar al menos una vez al año la parte trasera, descongelar antes de que se forme en el congelador una capa de hielo de 3mm (así se puede ahorrar hasta el 30% de energía), no introducir alimentos calientes en el frigorífico y sí aquellos que se vayan a descongelar, ajustar el termostato para que haya 5º en el compartimento de refrigeración y -18º en el de congelación y no abrir la puerta con frecuencia o durante demasiado tiempo.
■ Televisor: Los equipos audiovisuales se utilizan muchas horas, por lo que suponen un consumo elevado de energía (hasta el 12% de la electricidad que consumen en casa los electrodomésticos, aunque los que tienen tecnología LED gastan un 25% menos que los LCD). La recomendación es desconectarlos del todo si no se van a utilizar y no dejarlos en stand by. Lo más cómodo es conectar todos los electrodomésticos de este estilo (altavoces o barras de sonido y televisor) en un distribuidor con interruptor y apagarlo cuando no se esté viendo la televisión.
■ Lavadora: Se utiliza, por término medio, entre 3 y 5 veces por semana y supone hasta el 11,8% de electricidad consumida por los electrodomésticos del hogar, según Endesa. El mayor consumo energético se produce cuando se calienta el agua, de ahí que se recomiende utilizar programas de baja temperatura si la ropa no está muy sucia. Algunas son termoeficientes y reducen un 25% el tiempo de lavado gracias a que cuentan con dos tomas de agua, una para el agua fría y otra para la caliente procedente de energía solar, calentador o caldera. Si el aparato no dispone de un programa de media carga es mejor esperar a tener ropa suficiente para una carga completa antes de poner una lavadora. Si la tarifa contratada en el hogar tiene discriminación horaria, es mejor ponerla en las horas valle.
■ Horno: Se encuentra en el extremo opuesto de la nevera; necesita mucha energía para funcionar pero no se utiliza con frecuencia. Según Endesa, aglutina el 8,3% de la electricidad que se gasta en electrodomésticos. Los de gas son los más eficientes pero los más extendidos son los eléctricos. Por su parte, los de convección distribuyen de forma uniforme el calor, con lo que ahorran tiempo y energía. Si es posible, conviene cocinar varios alimentos a la vez y no abrir el horno cuando está funcionando si no es imprescindible, ya que cada vez que se abre se pierde como mínimo un 20% del calor interior. Si el alimento se va a hornear más de una hora no hay que precalentarlo y si se apaga poco antes de acabar de cocinarse, el calor residual terminará de cocerlo.
■ Ordenador: Los ordenadores no tienen etiqueta de eficiencia energética pero sí cuentan con 'Energy Star', la capacidad de pasar a estado de reposo si no se utilizan durante un tiempo. Se calcula que suponen el 7,7% del gasto eléctrico en electrodomésticos. Si va a estar inactivo durante más de media hora conviene apagarlo; si son solo unos minutos, hay que desactivar la pantalla para ahorrar energía. Igual que con las televisiones, si se conectan todos los enchufes pertenecientes al ordenador a un mismo ladrón con interruptor, al apagar éste se desconectarán todos los dispositivos de la red. También hay que tener en cuenta detalles como que un ordenador portátil consume un 50% menos que uno de sobremesa.
■ Congelador: En caso de tener un congelador independiente, éste puede llegar a suponer el 6,1% del consumo de los electrodomésticos .
■ Lavavajillas: Aunque utilizan buena parte de la energía que consumen en calentar el agua, está demostrado que se ahorra más dinero con este electrodoméstico que fregando a mano; su gasto es el 6,1% del consumo en luz de los electrodomésticos. En este caso, la etiqueta de eficiencia energética tiene en cuenta la eficacia de secado y el consumo de agua y energía. Para ahorrar es mejor ponerlo solo cuando está a plena capacidad, utilizar programas económicos de baja temperatura o ecológicos y retirar en seco los restos de alimentos de la vajilla. Como en las lavadoras, hay lavavajillas termoeficientes.
Además de estos electrodomésticos de uso prácticamente cotidiano hay otros que se utilizan con menos frecuencia Los que realizan una acción mecánica como cortar o pelar tienen poca potencia, mientras que aquellos que producen calor (como la plancha) tienen un alto consumo, por lo que no conviene usarlos para unas pocas prendas. En el caso del microondas, supone un ahorro de tiempo y de entre el 60 y el 70% de energía respecto a un horno convencional.