Guadix es conocida como ‘la ciudad troglodita’ y es la capital de esta comarca situada al este de la provincia de Granada. Será nuestra punto de partida en un recorrido por una tierra que ofrece paisajes increíbles.
Desde los picos blancos de Sierra Nevada al desierto del Gorafe. Muchos de sus espacios están dentro de áreas protegidas, lo que implica un alto grado de biodiversidad y geodiversidad: el Parque Natural y Nacional de Sierra Nevada (que es a su vez Reserva de la Biosfera), que se extiende por los municipios del sur de la comarca, el Parque Natural de la Sierra de Baza por el este, el Parque Natural de la Sierra de Huétor, por el oeste.
La comarca de Guadix pertenece al territorio AlVelAl, una asociación que trabaja, junto a otras tres comarcas vecinas de Granada, Almería y Murcia, por promocionar el desarrollo sostenible en las tierras del Altiplano Estepario, apostando por una agricultura comprometida con la regeneración de suelos y paisaje, una ganadería también regenerativa, ecológica y sostenible y el agroturismo como forma de preservar los ecosistemas de la zona.
Guadix es un auténtico escenario cinematográfico. Aquí se han rodado famosas películas, desde títulos de Western, como «El Bueno, el Feo y el Malo», a las aventuras de Indiana Jones y series de televisión.
El pueblo ha creado una ruta de cine para recordar esos parajes y una exposición permanente en las salas de la estación de tren. Es sorprendente descubrir la cantidad de casas-cuevas que hay en barrios como el de las Ermitas o de las Cuevas: más de 2.000. En él se encuentran la Ermita Nueva, donde se ubica la cueva del padre Poveda y la cueva-museo de artes y costumbres populares, que muestra la artesanía y cómo era la vida en la comarca en el pasado.
Muy cerca está el mirador de la Magdalena, al que merece la pena ir para contemplar una preciosa panorámica. Las vistas son también fabulosas desde la Alcazaba, que data de los siglos X y XI y es otro de los símbolos de la ciudad que no anda escasa de patrimonio monumental, con la Catedral, donde se mezclan los estilos barroco y renacentista; pasando por el Palacio de Villalegre, la Puerta de San Torcuato y las numerosas iglesias distribuidas por sus calles.
Un recorrido muy rico para los amantes de la historia.
Para conocer en profundidad la historia de las casas-cueva, hay que visitar el Museo Troglodita de Purullena. En los años 60 toda la población vivía en cuevas, el único edificio era la iglesia. El pueblo posee un extenso barrio de viviendas-cueva, todas ellas habitadas.
Las cuevas mantienen una temperatura constante que no baja de los 20ºC ni sube de los 25ºC, durante todos los días del año. La primera parte de la visita nos lleva a ver una cueva habitada en la actualidad, para comprobar cómo es la vida en ellas, luego se entra en una cueva en construcción, donde se puede picar la piedra y ver cómo es el terreno. Y finalmente se pasea por el museo que recoge mobiliario y utensilios domésticos antiguos.
La cerámica artesana de Purullena es muy famosa, decorada con azul cobalto con la técnica del reflejo policromado; se trata de una tradición que se remonta al siglo XVI. Las piezas se exponen y se venden en tiendas-cueva, y antes de la construcción de la autovía se ponían puestos en la carretera de Guadix.
El producto estrella de la gastronomía son los melocotones. En primavera es una maravilla pasear entre los melocotonares en flor, y en agosto, acudir a las Jornadas del Melocotón que le dedican en El Bejarín-Purullena, con una ruta de senderismo por la antigua Vía Romana, degustaciones y master class de cocina con melocotón.
Gorafe y su paisaje desértico guardan un gran tesoro arqueológico: 240 dólmenes repartidos en 10 necrópolis, la mayor concentración de túmulos prehistóricos de España, donde las aguas del río Gor crearon una depresión natural y un corredor geográfico transitado desde el V milenio antes de nuestra Era.
Hay que visitar el Centro de interpretación del Megalitismo y animarse a seguir alguno de los senderos que salvan la depresión y conducen hasta el altiplano. Este desierto es único por su impresionante belleza paisajística y geológica, lleno de colores, cárcavas, chimeneas de hadas y profundos barrancos.
Se pueden realizar multitud de actividades en contacto con la naturaleza, rutas en quads por las montañas, en bicicleta y hasta paseos en globo que nos llevarán a sitios tan increíbles como un gran desfiladero coronado por murallas de piedra. Esta es la zona conocida como ‘Los Colorados’ por su similitud con el cañón norteamericano.
En mitad del desierto, literalmente, se encuentra la Casa del Desierto, un original alojamiento fabricado en vidrio de alto rendimiento metido en el Geoparque de Granada, declarado Geoparque Mundial de la UNESCO.
De Guadix hacia el sur llegamos a uno de los pueblos más bellos de la comarca: La Calahorra, con su castillo señorial declarado Monumento Histórico Nacional. Es el primer palacio de estilo renacentista que se construyó en España, por los Mendoza, cuyo patio interior es una joya cubierto de mármol de Macael. Es de propiedad privada, pero puede visitarse los miércoles.
Próximo a La Calahorra está el Puerto de la Ragua, la entrada más desconocida de Sierra Nevada, a 2000 metros de altura y nexo de unión entre la comarca de Guadix y las Alpujarras, por donde se puede practicar el esquí de travesía.
Continuamos ruta hacia Dólar, donde también se han encontrado restos arqueológicos de gran valor, como son los vestigios de un antiguo castillo árabe. Ahora es un fabuloso mirador desde donde divisar el pueblo y sus alrededores. En el casco urbano, la otra gran joya de Dólar son sus baños árabes. Aparecieron en el sótano del Ayuntamiento y es visita obligada en este pueblo.
Otro de los atractivos que nos espera en Dólar y que está ganando fama y reconocimiento es su vino. Una de las bodegas más interesantes es la de Méndez Moya. El sueño de José Méndez Moya de recuperar la viticultura en estas altas laderas se hizo realidad en el año 2000, después de más de 20 años de trabajo intenso.
La bodega cuenta con seis parcelas, con suelos franco arenosos y calizos, que acogen las 45.000 cepas de Sauvignon Blanc, Tempranillo, Syrah y Cabernet Sauvignon repartidas en 10,52 hectáreas. Plantadas entre los 1250 y 1300 metros de altitud, entre las más altas de Europa, dando vida a vinos originales que muestran el carácter de esta tierra.
La producción es totalmente ecológica, los vinos son veganos y sin sulfitos añadidos y todo el proceso de cultivo y elaboración es sostenible. La visita a la Bodega Méndez Moya dura unas dos horas, con explicación en viñedo y en las instalaciones, la cata de todos sus vinos con aperitivos fríos y las apasionadas explicaciones del viticultor.
Uno de los hoteles-cueva más impresionantes de la Comarca de Guadix es el de Almagruz, ubicado en la entrada de la Depresión del Guadix. Cuenta con seis apartamentos en forma, claro está, de gruta subterránea y está rodeado de montañas rocosas salpicadas de cavidades que en su tiempo llegaron a ejercer como tumbas o refugios.
Cada casa, ambientada a modo de antigua casa de la labranza con piezas originales como alacenas o útiles del campo, cuenta con cocina propia y salón-comedor, y para no tener que cocinar, la dueña ofrece un catering con los restaurantes de la zona. El complejo también cuenta con el centro de interpretación y museo etnológico Hábitat Troglodita, que analiza la evolución de las cuevas a lo largo del tiempo, con talleres de esparto, papel o alfarería incluidos.
En las Cuevas del Tío Tobas también podrás sentirte troglodita por unos días. Se trata de un complejo turístico de 19 casas cueva excavadas en las lomas, en Alcudia de Guadix, rodeadas de un precioso paraje de pinos y con vistas a Sierra Nevada. Disponen de piscina, restaurante, empresa de actividades de multiaventura y tienda donde comprar artículos de artesanía y gastronomía de la Comarca de Guadix.
La ruta por Guadix acaba, como no podía ser de otra manera, en otra cueva, la que ocupa el restaurante Brasería La Tinaja, una antigua posada «en la que se dormía con el burro» que luego fue bodega, como explica su dueño, Mario Pérez, tercera generación en el negocio. Su propio abuelo nació entre las paredes rocosas de esta gruta, en la que hasta elaboran su propio queso. La temperatura de entre 19 y 21 grados todo el año hace que, en su interior, siempre se esté de maravilla, en cualquier época del año, sin necesidad de aire acondicionado.
Entre las especialidades de la casa destaca el cordero segureño, el chuletón de ternera de Guadix, el guiso de chotillo al ajillo con almendras, los tomates de la huerta granadina o el aguacate de Motril.
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